dijous, 21 de setembre del 2017

Para Rajoy con cariño.

Sr. presidente del estado Español,
Me dirijo a usted en calidad de ciudadano disidente de su país, como seguramente calificará usted de escoria callejera, un pequeño número en un aún más pequeño número de disidentes periféricos y minoritarios de su gran nación. 
Me dirijo a usted con total educación y respeto, aunque su gobierno ha menospreciado, insultado y tratado con total desprecio a nuestro reducido grupo de independentistas, liderados según sus titulares periodísticos habituales, por esos de la Cup. 
Hago un inciso. Esos de la Cup a los que yo no voté, son un partido político lícito con ideas políticas lícitas en un país de una sola mirada i un solo recorrido. Entiendo que no lo compartan, no pueden, no tienen más capacidad. Lo siento en el alma. 
Señor Rajoy. Con todos mis respetos, le aborrezco. Aborrezco su persona y aborrezco su manera de hablar y de relacionarse con el pueblo, el que le votó y el que no. A menudo olvida que mucha gente, individuos con todos los derechos del mundo y con tanta importancia individual como usted mismo o como yo, no le votaron, no opinan como usted y no pertenecen al 33 por ciento de la población que les aupó en el cargo en las pasadas elecciones. El 33, repito. Solo un tercio de la población de su gran nación le votó. Y para usted es una mayoría suficiente para hacer, dictar y oprimir sin lugar a dudas.
Bien, yo formo parte de la minoría catalana que votó a ERC, englobada en JXS i que congregó un paupérrimo 39 por ciento de los votos de un país con más historia que el suyo, aunque se niegue a aceptarlo públicamente. 
Para mi, y parece que para algunos mas que yo que no podemos salir a la calle cada vez que nos sentimos convocados por alguna acción de su gobierno -tengo una vida que atender-, un 39 más un 8 de los "salvajes" de la Cup representa un 47 por ciento de una población, un porcentaje, ciertamente no mayoritario en términos generales, pero muy respetable en términos globales. Ese menospreciable 47 por ciento, y me dejo los decimales, no somos gentuza. No somos corderos o borregos que vamos al matadero de la mano de Puigdemón y sus secuaces de la Cup. 
NO SOMOS CORDERITOS, sr Rajoy.
Somos personas con opinión, que merecen respeto. 
Un respeto que su gobierno y antes otros y antes otros, nunca han brindado a la cultura y al pueblo catalán, pueblo conquistado varias veces y que solo se ponen en la boca cuando alzamos un poco la voz para quejarnos. Este estado Español suyo y de muchos otros no me representa porque nunca me he sentido unido a el emocionalmente, lejos de la infancia inocente cuando, en mi colegio solo se hablaba castellano y pensaba que el catalán era un idioma extraño que servia para mis padres y mis primos. Nunca, repito, nunca, España ha defendido los interesses culturales de Catalunya más allá de lo obvio y lo de interés nacional español. Pero igual que digo esto, podría hablar de la realidad de su país natal, guarda parecido usted con Ribera en esto, o la realidad Basca, o Valenciana o Balear...
No estoy aquí para darle lecciones de historia. Solo para recordarle que yo no le voté, ni aquí, ni en Espanya. Que no me representa, ni usted ni los otros paisanos suyos de otros partidos nacionales y nacionalistas españoles. 
No me representa, tengo mis representantes. Que no mis conciencias. Mi conciencia es mía. Y la uso libremente.
Por eso le digo a conciencia, que no cejaré en mis esfuerzos para votar, participar, gritar, sonreír y acabar con un país libre, diferente al suyo, al que usted quiere para los suyos, que no es lo mismo que lo que quieren muchos españoles que usted tampoco representa y no son catalanes ni independentistas. 
Yo, hablo por mi, tan importante como usted, me declaro unilateralmente independiente. Soc Català, amb molt d'orgull i cap vergonya.
Viva Catalunya, Visca Catalunya!! 
Siempre me tendra enfrente, aunque se ponga de lado!
Ciscu